La derrota sionista y el paro nacional del 28 de agosto

La derrota del cuarto ejército más poderoso del mundo en la Franja de Gaza constituye un antes y un después en la actual situación mundial, que influirá positivamente en las próximas batallas obreras y populares. /  La resistencia palestina triunfó gracias a un proceso de solidaridad internacional inédito que le pegó un durísimo golpe al principal sostén del sionismo, EE.UU., debilitando de esa manera a los gobiernos -como el de Cristina- que aplican planes de ajuste al servicio de los dueños del mundo.

El proceso de guerras e insurrecciones que comenzó con la “Primavera Árabe” dio un salto de calidad en Medio Oriente, impactando de lleno en varios países fundamentales de allí y del Norte del África, como Libia, Egipto, Irak, Irán, Siria y Turquía. /  La retirada deshonrosa del sionismo conmovió a otra nacionalidad combativa -el pueblo kurdo- que como el palestino fue expulsado de sus tierras por los ganadores de la Primera Guerra Mundial, luego de repartirse los pedazos del viejo imperio Otomano.

La lucha de las masas del Kurdistán amenaza con desestabilizar cualitativamente la región, ya que esta nación oprimida abarca territorios de cuatro países muy importantes para los intereses imperialistas: Turquía -que es miembro pleno de la OTAN-, Irak, Irán y Siria. /  Lo que allí acontece tiene réplicas en Estados Unidos, como la rebelión de los negros de Ferguson, la lucha en más de cien ciudades de los trabajadores de las cadenas de “comidas rápidas” o las movilizaciones por el pueblo palestino con carteles que dicen que “Ferguson y Gaza son una sola lucha”. (Leer todo)

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